martes, 15 de enero de 2008

Síntomas del mercado de trabajo "libre"


1. Flexibilidad cuantitativa o numérica:
Permitir a la empresa despedir a cuantos trabajadores estime oportuno cuando le plazca.

Facilitar que las empresas reduzcan el volumen de mano de obra para evitar costes.

1.1 Simplificación de los procedimientos de despido.
1.2 Contratos temporales que permitan una mayor explotación, una menor responsabilidad por parte de la empresa y un despido improcedente por dos duros
1.3 Aumento de la flexibilidad horaria y la variabilidad de la jornada.

2.Flexibilidad funcional:

Flexibilidad con respecto a los cambios y en la distribución de los trabajadores en las distintas tareas que tiene como resultado trabajadores maestros de todo y expertos de nada

3.Flexibilidad salarial:

Posibilidad de regular los salarios al margen de las regulaciones de carácter general y de las condiciones de trabajo, esto es, establecer salarios al margen de los convenios sindicales. Posibilidad de dividir el salario en cuotas fijas y variables en función de la productividad.

4.Medidas de desreglamentación de las relaciones laborales:
Eliminación de los convenios colectivos para fijar las relaciones laborales desde la propia empresa para adecuar éstas a las necesidades de la empresa.

Pues bien, si tu mercado de trabajo cumple o tiende a cumplir estas, condiciones vas de culo y cuesta arriba si no estás montado en el $ y tienes tu propia empresa es que vives en un país europeo paradigma indiscutible de la libertad.


viernes, 28 de diciembre de 2007

A Benazir Bhutto

gracias por hacernos creer a los mortales que un país rodeado todos lados de peligros potenciales era posible la democracia.

(*)

Seguiremos esperando.

martes, 25 de diciembre de 2007

Güi güis yu a mery crismas

Mi cuerpo, el piso y mis padres me odian por todas las que fueron como ayer; pero quillos, ¡que guapo!

Felices fiestas a todos, coño!

Memorias de un carpintero filósofo (1)

Me tiraba a mí mucho de chico lo de ser carpintero. Mi abuelo era carpintero y mi tío también. Y mi padre, con lo que me he pasado la mitad de la vida entre martillos, seguetas, clavos y demás instrumental del profesional de la madera. Y aquí en mi tierra lo que se lleva es ser orfebre, pero yo nada, carpintero quería ser. Y mis padres, desesperaítos después de haber pagado durante años la matrícula del británico, me dajaron en manos de la enseñanza pública, que en mi tierra, como en todas las otras tierras de España, es un desastre. Y así llegué a matricularme en CC Políticas hace un par de años, pero esa es otra historia...